trabajo 25

Mirada a kabul

Ser reportera es ser puta

Conducir un auto no necesariamente es ser puta en occidente pero en afganistan es una condena, al igual que conducir o ser reportera de televisión, el solo hecho de que te vean y seas mujer, es ser puta.

Esta jugando con su libreta de apuntes, responde nerviosa mientras está temerosa de la mirada pública, y eso es algo irónico siendo reportera pero, en afganistan no, ser mujer periodista no es normal, y Anese de 25 años no puede salir en publico, solo presta voz.

"Nunca aparezco en la pantalla. Sólo pongo mi voz. A mi familia no le gusta que sea periodista. Mi padre es muy estricto y me prohibiría trabajar. Sentiría una gran vergüenza si todos me pudieran ver".

"Cuando estoy en la calle grabando una entrevista los hombres me dicen cosas, algunas son insultos; otras, frases de mal gusto que no puedo repetir. (...) La situación de la mujer no ha mejorado, en las aldeas sufren malos tratos. Es una cuestión cultural: la mujer siempre ha sido un elemento secundario".

Trabaja en Tolo la cadena más popular del país. Sólo en la empresa son cinco mujeres, presentan noticias y dos son reporteras. Ella manifiesta que es un trabajo duro y recuerda que el trabajo mata, y es que hay dos periodistas asesinadas de por medio.

Pero la guerra no es tan solo externa para una mujer periodista sino también interna su padre se queja por el qué dirán pero o es algún sentimiento de satisfacción y orgullo por el trabajo de su hija o los 500 dólares que ella gana al mes lo que ablanda la jerarquía de valores.

Sus manos son grandes y en Afganistan es poco lo que se puede ver en una mujer, ya que la mayoria viste burkas y prácticamente es ser puta a aquellas que no llevan esta vestimenta, pero lo que es curioso es que existe una simple respuesta y muy lógica en su mundo, “soy musulmana”.

Ella no negociaría si su padre le prohibiese trabajar, aunque confiesa que si lo haría en algún futuro contrato de matrimonio, pondría alguna condición y si no fuera posible, se dedicaría a escribir, porque en afganistan solo el 4% de mujeres es alfabeta, y saber escribir, es tener una posibilidad de existir y elegir.