El retraso de lo inevitable

 Las historias humanas dan vueltas bastante sorprendentes.

Rechazos, amores idílicos, superposición de ideas, conexión a lo soulmate. CAOS.

Para ser específicos unos años antes, tuve un primer beso, sí cuando era niña y si bien fue bueno me dio miedo involucrarme en primer término físico con alguien, y sí salí huyendo (una característica que repetería a lo largo de mi vida, "Hola - Adiós") . El punto que fue durante estos años, logré evadir ver a mi supuesto primer crush, asumo que no solamente fue un primer beso, fue algo más intenso para ser una niña, el punto es que el mini caballero en cuestión se me mando, y yo huí oficialmente. Desapareciendo, una secundaria, y dos vidas universitarias completas hasta una pandemia donde por azares del destino he venido a vivir a la casa de su familia. 

¿cómo fue el primer encuentro?

Más que desastrozo.

El amor no es a primera vista, pero si me gusto su 1.82, sus manos grandes y varoniles, su gusto por la velocidad y carros deportivos, su licencia para portar armas y su manera de ser sarcásticas. El niño del que había huido era todo un chico que había vivido las mismas experiencias que yo, caos, dolor, violencia y terror al compromiso.

Romper la vergüenza nos llevó a hablar de cosas difíciles y yo a fijarme en él, a plantear una realidad alterna donde mis dejavus cobraban sentido. Sí soy una enamoradiza del terror...el punto fue que me dijo que no le gustaba. Pero más allá de no gustarle y de considerarme parte de su familia, el punto es que a muchas de nosotras nos gusta el bad boy, el chico que tiene dolor interno (un esquema mal sano de ejercer la facultad de salvadoras), su familia me adora de hecho quieren que sea su novia (Really I can't), y bueno la conclusión es, si tienen crushes del young type, scholar type, nunca saben si la torta se les volteará.

Obvio el chico es más que un manojo de problemas, tiene un IQ de 168. Realmente eso y su personalidad enamoran, a parte de su hermosa familia unida y desinteresada.


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