Derribando sueños

 Los enanitos verdes tenían razón a veces tenemos que derribar sueños, hoy bajaba las escaleras eléctricas de la estación de tren y jamás pensé que aquella ciudad que visite por uno de mis mejores amigos sería ahora mi hogar.

Hoy caí en la cuenta que ahora soy residente de otro país y de otro continente. 

Que las maletas las traje de cosas de escritorio y ropa al mínimo, que subestime mi propio yo y planifique todo para un tiempo sin considerar que no regresar podría ser una opción. 

Qué rollo. Extraño mi ropa. Extraño mis medias divertidas. Extraño mi bata blanca. Extraño mi controlador midi.

Hoy elegí no bajarme en la estación de siempre. Hoy estoy rompiendo mis propias reglas. Voy a rayar el sol. Hoy es más fácil llegar al sol que a mi corazón. (está lloviendo)

Basta de metáforas.

Me gusta mucho vivir sola, es increíble que no hayan roommates, es increíble cantar y escuchar música sin molestar a otros. Por fin estoy viviendo como quería vivir, o sea siendo yo. De verdad moría por mi misma.

Sentirme en el juego, bañarme en la lluvia, cortarme la mano cocinando, saboreando cada minuto de mi existencia mientras