Mamá dice

 Mamá me dijo que veníamos al mundo firmando un contrato en el cual aceptábamos pasar todo hasta saber la fecha de nuestra muerte y la forma de.

Mamá también me dijo que le deje, a aquel ser invisible que algunas culturas le ponen barba, mi alma a su voluntad.

¿Entonces su voluntad es mi contrato?, ¿entonces un dios benevolente quiere que sufra sin escapar?

Por primera vez en la vida le conté a mamá mi sueño, el motivo de mi llanto durante estos 3 o 4 años...no era un oscuro secreto, era todo lo que nosotros deseamos alguna vez en la vida en sus diferentes momentos. Encontrar un lugar, un destino.

Mamá me mando un audio, a mamá le preocupa como iluminar su casa más. Y me consuela y me dice que no piense en el futuro, pero yo le digo que el tiempo se acaba y quiero cumplir un sueño...y mamá como un monje budista me dice que no podemos escapar del dolor sino trascenderlo.

Una parte de mí esperaba que mamá la abrace y le diga que todo esta bien, pero esa no sería mi madre, mi madre no da falsas esperanzas, no da primera sin segunda. Mi mamá es un mujer fuerte, la criaron para ello y enseñó ello. El destino me hizo alguien que a veces desea una abrazo y un hombro para llorar, que es igual de fuerte pero que necesita algo más de tacto y también de contacto.

No sé si viviré para siempre, no sé si se acaba todo mañana pero supongo que de las esperanzas y de lo que quiero ser y lograr, vivir.