No Health

Durante una conversación sobre lo tangible e intangible observo murallas impenetrables de pensamientos rígidos y lógicos. No los desmerezco, no. Más mi visión es diferente, probablemente dualista ante los ojos de la ciencia pero yo mencionaría que es más de tratar de navegar en lo profano y díscolo para poder comprobar, desentrañar, encontrar el camino. 

Mientras me decepcionaba de mi absurda memoria una vez más tendía la cama y pensé en lo que no puedo mostrar, en las ropas interiores bien ordenadas, en la intensidad, en lo que a uno se entrega pero no es más que una transición y un aprendizaje. Recordé la escena de comer, rezar y amar, aunque ahora estaba ante una escena de perderme, buscar y hallar.

No era Julia Roberts acurrucándose a los brazos de un actor más joven que ella, era una mujer normal creyendo desempeñar un papel anormal para su situación. 

Cuando parecía la paciencia y la sabiduría ejercer su mágico juicio, venía la frustración y desesperanza de hallarme y poder fluir.

Perderme, buscar y hallar.

En qué momento el viaje dejó de ser mágico. En qué momento la suerte se convirtió en algo tan rebuscado y en que momento me mimetice hasta desaparecer.

Ningún viaje a ningún lugar lejano te puede mostrar quien eres. Pero si las experiencias para realizar una adaptación.

I Just need some motivation 

Los Ángeles existen solo para aquellos que creen en ellos, existen de alguna manera en la imaginación y la imaginación es un campo indescriptible sin ningún tipo de fórmula que aún nadie puede unir a una simple red neuronal porque el camino es bidireccional y si no encuentras uno, pues es absurdo encontrar el otro.

Y navego en esta oscuridad y Los Ángeles visten de negro. Creo que estoy empezando a creer que arriesgar de nuevo, aceptar que soy visible es el camino. 

Desaparecer es lo que he querido siempre pero sucede si, si tan solo el camino es inverso, si aparecer, aceptar que existes se convierte en el camino, no evadir, aceptar, validarte y bañarte en mierda si cometes errores. 

Por qué no pensar que  tú ya no eres el príncipe para ser tu la frágil doncella. Por qué no ser yo, quien tenga las cosas claras, porque jugar al papel de que vendrán a rescatarme ya me cansó.

Lo que sucederá sucederá. Por qué no vivir bajo la maldita incertidumbre.

Y que esto de conclusión, no sea simplemente de puro coñazo y arrebato sino de poder decir, hasta aquí llego con mi pensamiento derrotista y a la mierda lo que tenga que venir que ya bastante le he dado aguante y me desgasta más la idea de cargar una roca gigante que caerá sobre mi espalda, que en realidad caminar liviana y que la roca me caiga encima sin reparos, si me alcanza y la atrapo bien, sino que mierda.

No soy Julia Roberts y él no es James Franco. Dejemos de vivir los guiones de otros.

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