Día 2: Aprendiendo a respirar

La insoportable levedad del sentir.

A veces uno despierta y no sabe cómo vivir; seré honesta, cuando se tienen tareas es más sencillo. 

El dolor físico consume, el dolor del alma mata, los recuerdos torturan.

No todo es malo en el segundo día.

Veo las flores, la niebla en mi ciudad gris, las personas saludando, el médico haciendo un excelente trabajo y yo empiezo a cantar y brillar. Hace 4 años que no hacía eso...miento, lo hacía pero no sentía la música hasta mi médula, no cantaba con pasión y no apreciaba mi mesosoprano interior.

Es el primer día en cuatro largos años que no siento el peso en los hombros y soy feliz sin una pastilla de por medio. Feliz es un momento (aclaro), tomar café de calabaza, hablar con mis amigos del café, hacer la lista de tareas del día. Para mí si soy honesta es un día productivo como nunca en años. Sin procrastinar.

...

Hoy me aceptaron en la segunda maestría de allá, y pues debo de tomar decisiones muy rápido...

Pero más allá de eso quería aclarar algo...

Hoy me desperté resuelta a ser mi mejor versión...a desear y aspirar a más. Yo verme como hoy caminando por La Aurora, en blazer y Vans con estilo y confianza. Aspiro a más de mí, no una versión pequeña de mí, no una mujer hija de unos padres esforzados y abuelas luchadoras en un sistema matriarcal. No. Seré una mujer que se come el mundo, el planeta, el universo, que crea el universo. Honestamente, no sé si sea que empieza la abstinencia de la medicación o es el romanticismo de mi cerebro pero hoy, contra todo pronóstico me dije a mi misma: mi yo inconsciente y consciente (yo me entiendo y mi terapeuta también) somos uno, y vamos por menos daños colaterales.

No renegar.

No ansiedad.

No ser impaciente.

Disfrutar de mi música, bailar, ser yo y usar mi cuerpo (no pensar mal).

Desde niña siempre he sido libre, es decir seguía las reglas de la moral pero era más suelta y me preguntaba lo que pensaban las demás personas, porque se comportaban como tal y que las ataba...con el tiempo y con la clase de antropología en la universidad me di cuenta que la cultura y otros temas sociables y sistémicos inducen a las personas a limitarse, a no ser.

Hoy quiero imaginar, que el mejor regalo que me dio mi ex fiancé es la libertad de ser yo. La libertad de ser lo que había tapado por ser un "adulto modelo", adulto preocupado y ese preocupado por el dinero y tener una familia antes de los 40. El precio que he pagado ha sido muy alto, relaciones rotas, un útero hostil, un padre que quiere que sea alguien que no he logrado ser y una madre que quiere que sea como ella como hija... Me quedé sola por mi causa, por decidir poner a todos antes que a mí, por cumplir con las expectactivas de los demás o de la imagen que tenían de mí y hello heme aquí: con seis duelos.

Hice 5 duelos:

Terminar una relación larga.

La familia que no tendría y que di por sentado que existiría.

El dolor físico, el de no estar bien de la pierna y odiar mi cuerpo y sus formas.

El salir de casa, la casa que yo misma decoré, mis gatos, mi familia, mis amigos y mi coche (sí, amo manejar).

Acabar con mi Yo, el de ser perfecta alumna y terminar siendo la peor de clase. 

y ahora: el dolor de ser consciente de que acabé con alguien hace tiempo pero recién me permito sufrir.

...

Sacrificios que nunca podré compensar, que diría por los cuales ahora no puedo respirar. Elegí lidiar con esos 5 duelos que con una nueva historia, que no era una simple historia, era alguien a quien cuidar que me puso entre la espada y la pared. Verás: yo trabajo ayudando a morir, a aceptar la muerte en personas que no tienen opción de vida y él sólo quería morir. No pude, porque sabía internamente que si bien entiendo la muerte y convivo con ella, es porque la muerte ha tocado mi puerta varias veces y prometí honrarla hasta dejar de respirar naturalmente.

Me sentí impotente y con un gran miedo de ir un camino directo a la autodestrucción. Era él o yo. Y yo no sé como me elegí. Sino...creo que no estaría aquí ahora.

En aquel momento no podía lidiar, y decidí seguir adelante y enfocarme en lo que podía rescatar, mi misión en esa tierra. Ahora tiempo después la veo y si bien no logré esa meta. Sigo viva, intentando cada día. Viendo hoy por primera vez en años, una nueva perspectiva que me enfoco y ruego al universo, la ansiedad no la arruine.

Cada día aprendo a vivir y a convivir con mis pérdidas, este año ha sido un saco de boxeo pero hoy pude bailar mientras preparé café, eso aunque parezca una banalidad es un paso infinitamente grande para mí.


Agradecimientos de hoy para terminar a:

Learning to breath -Switchfoot

Taxi to heaven - Pray to rain


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