Running up the hill del 3 de abril del 2022

Una buena amiga me dijo una vez, no intentes disfruta el momento, y he de confesar que no he intentado. Los que me conocen saben que soy rebelde por naturaleza, luchadora y no cobarde, pero digamos el no estar en mi lugar de origen, tener otro color de piel, que menosprecien mi carrera y lesionarme lo único que me transporta ha mermado mi condición natural.

La chica confiada y segura perdió la cabeza.
No estoy en mi territorio y tengo miedo, no siento que pueda ser capaz de huir y eso también me da miedo, básicamente haría una lista de miedo pero el punto es el no intentar.
Porque básicamente he estado en modo pasivo sin intentar, sin develarme, sin mandar a la mierda a aquel que se meta con mi carrera. De llorar en silencio por la frustración, de no abrir mi corazón.

Tengo miedo de que me lastimen pero más de lastimar. Me protejo y tengo una coraza.
Lloro en silencio y no tengo hambre porque vivo intentando descubrir mi lugar en el mundo, mi nueva posición, mi nueva adecuación.

Aquí no soy la niña llena de comodidades, no tengo mi estudio de arte, no tengo a mis amados gatos. Aquí soy yo, un ser extranjero no solo de tierra sino hasta de mi propio cuerpo. Por qué me miro y no me reconozco, ¿en qué andaba pensando cuando me corte el cabello?, ¿por qué no soy capaz de decir basta y me presiono hasta el límite?, por qué por qué por qué...

Suspiro.

Por qué hay mucho odio hacia mí. Por qué he perdido la esperanza.

No soy insegura, sólo temo confiar. Tengo miedo de hacer infeliz pero eso es innatural, la infelicidad existe. Tengo miedo de no gustar, pero no puedo gustarle a medio mundo. Me odio pero soy lo único que tengo.

¿dónde estoy yo?

Aquí mismo, aquí adentro. 

¿quién soy?

Aquí mismo, un ser de carne y hueso, un ser sintiendo que quiere ser arriesgado pero que se siente cancelado.

¿quién me limita?

La vida o yo misma.

I hate myself.

It's not true.






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