Oblivion
No podría eternamente huir del espacio tiempo, mil veces había elegido morir con mi familia, no dejarla atrás.
Esa estúpida pregunta me había atosigado 10 años de mi vida, hasta que estaba una noche de febrero tratando de cambiar mi destino.
Es irónico como una lectura sobre agujeros negros, la palabra diluir y ver el movimiento del agua en el fregadero hacían en tu cerebro de noche. Sin vino u otra sustancia, sólo internet.
Me negaba a abandonar mi estancia, me negaba a dejar de apreciar los días azules y la lluvia, mi vecindaria tranquilo sin ruido más que el tren detrás de mi patio.
A dónde iba?
Ah sí, entre pedazos de mi alma cosida a trozos, como un mantel de patchwork se encontraba mi cabeza sobre la almohada, devanándo sobre las conversaciones a las 5am, sobre dolores, almas dejadas atrás, luchar por la vida y la muerte.
Caminando entre esos árboles, viendo esas aves medias naranjas, pagando el yogurt más caro, me había sentido humana de nuevo, suspirando por un sueño, recordando que tengo posibilidades aún cuando mi cerebro anómalo pensara a veces en la realidad como una cárcel.
Vine aquí y me gustaría quedarme aquí, viva no muerta.
Deseo tener más oportunidades de vivir, pero mi corazón se estruja cada vez que tengo que elegir mi camino.
Entendí que mi gusto por la soledad nació de las paredes de un hospital, entendí que hoy mi madre dijo que era más fuerte que ella por mi tipo de vocación. Pero que súper héroe vive no en un súper cuerpo?
Tengo corazón, ver la mirada de quienes cuido y veo por las mañana se ha vuelto mi día a día, me ha despertado eso de estar en un lugar fijo, de sonreír, compartir...cosa que no sentía en años...
Anoche, después de muchos años recosté mi cabeza al costado de la de alguien y fui humana, donde escuche defectos y virtudes, no juzgué, pero recordé el porqué renuncié a tantas cosas, a tantas que dije adiós y aunque la voz por segundos parecía irse...el aliento lo recuperé porque nada se compara con el amor a mi abuela.
Y si a mi misma no me veo como un humano, jamás podré serlo. Si yo misma no veo el mundo con los ojos en el corazón, no podré apreciar su belleza ni podré sentirla.
Así el dolor en cada paso me recuerde mi cáscara, quiero seguir caminando y si es por aquí mejor.
No hay error, no en compartir conversaciones, no en compartir ni preocuparte por el que dirán...
Sólo ser libre y por primera vez, hasta ella, quién más se negó a dejarme ser libre...pagaría lo que fuese por dejarme ir.
Al fin, al parecer...soy libre.
(Basando en canciones de M83)
Bs.As,
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