El cazador y la presa.

nunca sentí el olor ha violetas tan fuerte en mi vida
invadiendo la oficina
entre libros y una ventana
el olor me resume en placer
cierro lo ojos y me pierdo en la inconsciencia de tratar de absorberlo todo
me sumerjo en un mar de emoción
y me doy cuenta de que estoy caminando por el abismo;
deseo a cada instante el olor,
un olor que imagino en tus venas y en ese rincón de tu cuello papel
también...
espero que como la fragancia no te vayas de mi lado cuando el reloj llegue a la manecilla no esperada
el aroma desaparece y conmigo las fuerzas para seguir
mientras con una mano en el piano sigo escribiendo la melodía para perderme en el universo
pues hoy no quiero que sea un día triste
porque aunque la mayoría de por terminada mis fuerzas o la obliguen a caducar
mi corazón también pide un descanso
más mi terquedad en las letras se refleja
por un agradecimiento que me lleva la muerte
porque tu me enseñaste a sobrevivir en esta jungla de dolor.

no te pido que no te vayas por orgullo
no le rogaría a Dios por una despedida por un sacrificio, sería una cobardía
le temo al dolor si bien es cierto
pero sé que sería muy tonta si yo misma me deshago de ti
te amo aunque tenga las pupilas incandescentes
te amo aunque cada día más me cueste algo la vida.


*Porque mi naturaleza no es de morir rindiéndose sino luchando, esta vez, cambiaré la estrategia de mi lucha*